sábado, 3 de febrero de 2007

Semana de fuerte viento

Nuestra terraza mira al este. Por ello, los días en que el viento sopla de esa dirección lo notamos con más intensidad. Cuando el viento no es muy fuerte, las plantas se mueven suavemente. Esto es bueno, pues los tallos de las plantas se fortalecen. Pero cuando el viento sopla con más fuerza las plantas pueden sufrir problemas.
Aquí, el viento sopla a menudo, y el viento del este suele soplar fuerte, por ello nos vemos obligados a proteger las plantas. A veces improvisamos un invernadero con plásticos, otras, cuando ni los plásticos aguantan nos vemos obligados a meterlas en la casa. Es sabido que la vida del agricultor es dura, pues está expuesta a los avatares del tiempo. En la terraza, aunque no comparable con la vida en el campo, hay que enfrentarse a las malas condiciones atmosféricas de igual manera. El trabajo y la ilusión de mucho tiempo puede perderse en pocos minutos. Nuestra gran ventaja es que todo se puede meter en casa. No obstante hay que estar siempre atento a cómo varía el tiempo.
Tener un huerto, aunque sea en la terraza nos hace ser más conscientes de todo esto, ser más conscientes de la naturaleza, al fin y al cabo.

No hay comentarios: