martes, 13 de marzo de 2007

Eclipse

El 3 de marzo hubo un eclipse total de Luna, que se vio así desde nuestro balcón. Esa misma noche la bahía lucía de esta forma.

domingo, 11 de marzo de 2007

El viento

En nuestras latitudes, el frío no es un problema, por lo que las plantas pueden pasar el invierno perfectamente a la intemperie. Pero en esta zona, nos encontramos con otra complicación: el viento.

El viento sopla bastante fuerte durante bastantes días al año. Los vientos dominantes soplan del este, llamado Levante, y del oeste, o Poniente. Por la orientación de nuestra terraza, el Poniente no es un problema, pues estamos protegidos. Pero el Levante nos llega de frente, por lo que las plantas pueden sufrir bastantes daños. Además, el tiempo de Levante dura de 5 a 7 días aproximadamente cuando llega con fuerza.Esta semana nos encontramos con que los pronósticos auguran un fuerte temporal con rachas de hasta 60 Km/h.

Hasta ahora, cuando esto ocurría, metíamos las plantas en el salón, pero ahora nuestra plantación tiene unas dimensiones que no nos permite hacerlo. Además, en el salón las plantas no reciben la misma cantidad de luz directa. Por ello, esta vez hemos fabricado una especie de invernadero provisional que, además, nos ha permitido pensar en la construcción de otro mejor preparado, más estable y fácil de montar y desmontar.
Por cierto, ahora, mientras estoy terminando de escribir esto, el viento está ya soplando a 42 Km/h. El invernadero está aguantando aunque hemos tenido que hacerle unos apaños.

Otras grandes del huerto

Además de la lechuga, tenemos otras plantas que crecen sin parar y empiezan a ocupar mucho espacio y a producir mucho. Entre éstas destacamos las berzas, las rúculas y las acelgas. Todas ellas a diferencia de la lechuga, permiten que vayamos consumiendo hojas grandes sin tener que cortarlas completamente. Así, van produciendo continuamente. En las fotos, se pueden ver una de las tres berzas, una acelga (la única que se ha desarrollado bien de las tres que plantamos) y tres rúculas de unas ocho que tenemos. También están grandísimos los berros.


sábado, 10 de marzo de 2007

Nuestra mejor lechuga

Este fin de semana hemos recolectado la mejor lechuga de la temporada, hasta este momento. Hay otra aún en la tierra que va por muy buen camino. En las fotos podéis comprobar lo hermosa que era. Y digo era porque la mayor parte se halla ya en nuestros tubos digestivos. Por cierto, de sabor exquisito.

A propósito de este magnífico ejemplar de lechuga, quiero hacer un breve comentario, con la intención de que si alguien lo lee se motive a plantar su huerto. La lechuga estaba exquisita, cultivada con métodos respetuosos con el medio ambiente y con la salud. Hasta aquí, cualquiera podría comentar que lechugas así hay muchas, en cualquier verdulería ecológica. Y es cierto. Es más, podríamos añadir que las hay hasta más baratas, lo que es seguro, no por el dinero gastado en su cultivo sino por el trabajo requerido. Pero también es cierto, y esto sólo puede entenderlo quien tiene un huerto por placer, no como medio de vida, que lo que uno ha cultivado es infinitamente más rico que lo comprado. Y esto es así, porque al saborear la lechuga estás disfrutando no sólo de su sabor, sino también saboreando la satisfacción de la meta conseguida y disfrutando del recuerdo de los ratos vividos durante su cultivo. Esto puede sonar a tontería, si no se ha disfrutado de la experiencia. A esta lechuga la vimos germinar y crecer día a día, le quitamos a mano los inteligentes gusanitos que sabían que estaba muy rica, la regamos casi a diario, la protegimos del viento, y más. En fin, que en esta lechuga había además de nutrientes y sabor, mucho tiempo y cariño.