sábado, 10 de marzo de 2007

Nuestra mejor lechuga

Este fin de semana hemos recolectado la mejor lechuga de la temporada, hasta este momento. Hay otra aún en la tierra que va por muy buen camino. En las fotos podéis comprobar lo hermosa que era. Y digo era porque la mayor parte se halla ya en nuestros tubos digestivos. Por cierto, de sabor exquisito.

A propósito de este magnífico ejemplar de lechuga, quiero hacer un breve comentario, con la intención de que si alguien lo lee se motive a plantar su huerto. La lechuga estaba exquisita, cultivada con métodos respetuosos con el medio ambiente y con la salud. Hasta aquí, cualquiera podría comentar que lechugas así hay muchas, en cualquier verdulería ecológica. Y es cierto. Es más, podríamos añadir que las hay hasta más baratas, lo que es seguro, no por el dinero gastado en su cultivo sino por el trabajo requerido. Pero también es cierto, y esto sólo puede entenderlo quien tiene un huerto por placer, no como medio de vida, que lo que uno ha cultivado es infinitamente más rico que lo comprado. Y esto es así, porque al saborear la lechuga estás disfrutando no sólo de su sabor, sino también saboreando la satisfacción de la meta conseguida y disfrutando del recuerdo de los ratos vividos durante su cultivo. Esto puede sonar a tontería, si no se ha disfrutado de la experiencia. A esta lechuga la vimos germinar y crecer día a día, le quitamos a mano los inteligentes gusanitos que sabían que estaba muy rica, la regamos casi a diario, la protegimos del viento, y más. En fin, que en esta lechuga había además de nutrientes y sabor, mucho tiempo y cariño.

1 comentario:

Porteña dijo...

Felicitaciones, es una hermosa planta de lechuga, admiro la habilidad de ciertas personas (entre ellas mi madre) para hacer que cualquier planta germine, brote o crezca, en una parcela de tierra tan pequeña como una maceta.
Un abrazo desde algún lugar de Buenos Aires.