Por las cercanías del huerto circulan constantemente aves de todo tipo, como gaviotas, palomas, estorninos, etc. La altura hace que estemos en un lugar de paso. Pero una pareja de cernícalos vive muy cerca nuestra. El año pasado anidaron en un tubo de evacuación de humos de la cocina de un piso enfrente de nuestro balcón. Este año ese piso está habitado y han puesto una reja de protección. Pero ellos han encontrado un hueco donde pasan mucho tiempo, y pensamos que es donde están construyendo el nido.
Les gusta mucho posarse en la cornisa de la ventana de nuestro dormitorio, por lo que podemos disfrutar de su compañía muy amenudo. Suelen ir de nuestro edificio al de enfrente continuamente lanzándose desde las cornisas de las ventanas.
Últimamente, con eso de la primavera están algo agitados, dedicando muchos momentos a cuestiones amorosas, por cierto, muy ruidosas. Hace como un mes, todos los días a eso de las ocho de la mañana -antes de cambiar la hora, a las siete- se posan en la ventana. Comienzan a lanzar chillidos, que por supuesto nos despiertan. Es precioso sentir a estos animales tan de cerca.
Les hemos cogido cariño, y dedicamos muchos momentos a observarlos. Ya están haciendo el nido y pronto dejaremos de ver a la hembra tan a menudo. Esta es una foto de la hembra (a la que llamamos Pepa).


Por cierto, también han llegado los vencejos, y es increíble ver las fiestas que montan en el cielo al atardecer.
¡Viva la primavera!
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